El perfil más demandado en la era post COVID-19: el referente
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Tras la llegada del COVID-19, esto ha quedado en el olvido. Ahora todos ya tenemos un ejemplo cercano y tangible al que recurrir para explicar y entender qué es esto de la gestión de entornos inciertos. Y es que en un contexto en el que la capacidad y agilidad de respuesta es clave y en los que tenemos que convivir sin capacidad de buscar excusas o comparativas con pasados recientes, el cambio y la adaptación al mismo ha pasado a ser la norma.
Y lo que está claro es que esta incertidumbre no será pasajera. La situación actual generará una serie de cambios que, a su vez, crearán otros que desencadenarán un bucle de continuo cambio. A esto nos referimos cuando hablamos de entorno VUCA.
Puede dar un poco de vértigo, sí, pero tenemos que prepararnos y adaptarnos de manera ágil. Y es que ya no podremos tener una estrategia a largo plazo o un mapa muy marcado de nuestro camino, sino que tendremos que entrenarnos para construirlo poco a poco. Por ello, deberemos sustituir este mapa por una brújula que nos marque la dirección, y no tanto los sitios a los que queremos llegar.
Pero igual que no todo el mundo sabe leer e interpretar los mapas que nos han ayudado en otras etapas, guiar con la brújula para no perder la dirección no es nada sencillo. Y eso es justo el perfil que más demanda tendrá en nuestras compañías: la gente que nos guíe.
El nuevo líder, mucho más que un jefe
Estos últimos meses han servido para entender la diferencia entre jefe y líder. Y, si algo hemos podido comprobar en primera persona, es que “ni todos los jefes son líderes, ni todos los líderes de nuestras compañías son jefes”.
Al hablar de líderes nos ocurre, como decía antes, que pensamos en gente famosa, diferencial, pioneros que han creado sus empresas, políticos, deportistas de élite…. Pero no se nos viene a la cabeza nadie de nuestro entorno.
Igual porque la palabra “líder” se asocia, en la gran mayoría de las ocasiones, al éxito, a la influencia o a ser alguien diferencial. Sin embargo, para mí, ser un líder es ser alguien a quien la gente de su entorno escucha, le hacen caso, acuden a él /ella para plantearle sus problemas o situaciones o alguien con quien queremos estar y compartir cosas. De estos, sin duda, tenemos muchos más ejemplos en nuestro entorno.
Yo tengo la gran suerte de estar rodeado de líderes que me inspiran, me enseñan y que comparten sus experiencias y conocimientos. Recientemente, uno de ellos me recomendó un libro que se ha convertido en “referencia”. Se trata de “El líder resonante crea más” de Goleman, Boyatzis y McKee. Y sin querer contaros mucho, creo que el propio título es ya inspirador.
Las 10 cualidades clave para ser un referente
Creo que una buena definición del líder es su capacidad de resonancia, es decir de llegar a la gente, de emitir sus ondas para inspirar y mejorar su entorno. En definitiva, de ser un referente. ¿Pero qué cualidades deben poseer los líderes para ser referentes?
R esilientes – Se adaptan y asumen el cambio como una forma de vida, ayudando a su entorno a hacerlo de la misma forma. No buscan excusas, buscan respuestas.
E mpáticos – Entienden las emociones y actitudes de su entorno y las tienen en cuenta, escuchando activamente para aportar desde las necesidades de cada persona.
F acilitadores – En muchos casos, las respuestas tienen que venir de quién plantea la pregunta o la duda y, para ello, se tiene que facilitar más que dar la respuesta.
E mocionalmente Inteligentes – Se conocen emocionalmente y gestionan sus propias emociones para conocer y gestionar las emociones que generan en los demás.
R esonantes – Generan influencia, amplificando y generando más referentes.
E nergéticos – Son polos de energía que se puede transmitir y amplificar. La proactividad y el brillo en los ojos son claras muestras de estas fuentes de energía.
N aturales – Son genuinos; nadie puede ser un referente con una careta en la cara o imitando conductas de otros. La naturalidad es la base para la confianza y esta es clave para ser alguien a quien otros acuden.
T imoneles – En momentos de incertidumbre -y estos serán la norma-, la mayoría busca a gente que, con calma, guíe el barco o, al menos, ayude desde su papel a guiarlo.
E nlaces – Sirven de correa de transmisión y enlazan a personas para alcanzar metas.
S oportes – Son aquellos que levantan el ánimo, recuerdan el propósito, impulsan, reconfortan, escuchan, desarrollan o, simplemente, están presentes.
Contar con estas 10 cualidades es lo que harán al líder un verdadero un referente. Una figura clave que, sin duda, resultará necesaria para cualquier compañía. Y es que sin estas personas ninguna empresa podrá guiarse entre las olas que aún están por venir en un futuro incierto y más volátil que nunca.
En definitiva, cualquier persona puede ser un referente, ya que no depende del puesto que ocupes, sino de que cumplas con estas características clave para afrontar el cambio y la incertidumbre que nos tocará gestionar en presente y, sobre todo, en futuro.
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