Cómo los arquetipos de empleados optimizan la gestión de empleados
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Ahora bien, para conseguir que el engranaje empresarial funcione como un reloj suizo, necesitamos conocer las diferentes piezas que lo conforman. Y es que no todos los trabajadores son iguales; hay diferentes arquetipos de empleado, según sus características y comportamientos. Conocerlos nos posibilita llevar a cabo una gestión más eficiente del talento y de las estrategias de Recursos Humanos.
¿Qué son los arquetipos de empleados?
Los arquetipos de empleado se refieren a una clasificación de los trabajadores en función de sus aptitudes y actitudes. En otras palabras, son una herramienta para identificar patrones de comportamiento de los diferentes colectivos de empleados y adaptar las estrategias de recursos humanos en consecuencia.
Esta segmentación nos permite entender mejor a los profesionales de la organización y, por tanto, nos ayudará a diseñar planes específicos que contribuyan a una gestión de empleados más eficiente. De este modo, descubriremos, por ejemplo, que un determinado perfil de empleado puede sentirse altamente motivado si su compañía le ofrece programas de desarrollo de liderazgo, mientras que otro clúster de empleados puede sentirse más incentivado por políticas de flexibilidad laboral tendencias a la conciliación familiar.
Tipos de arquetipos de personalidad del mundo laboral
Tras un análisis multivariable, que sólo es posible hacer desde la óptica del people analytics, son muchos los posibles arquetipos de personalidad que uno puede llegar a obtener.
Vamos a mostrar un ejemplo tomando dos variables, el potencial para asumir nuevas responsabilidades de una persona según sus motivaciones, capacidades, nivel formativo y situación actual junto con su edad. De dicha combinación podríamos obtener unos arquetipos tales como:
- El “disfrutón” experimentado: Llevo varios años en la compañía y disfruto mucho con lo que hago, con mi equipo y con los clientes
- El pequeño cohete: Estoy empezando, y aunque ahora no sea el momento, me gustaría ir buscando nuevas oportunidades de desarrollo
- El desencantado: No estoy a gusto. Estoy en momento de poco reto y estoy viendo si me cambio de trabajo
- El diesel: Me satisface lo que hago y siento que hago realidad lo que se me encarga.
Una vez definidos los arquetipos se debe profundizar mucho más de manera que podamos detectar aquello con lo que se identifica, qué le mueve en el día a día, cuál es su experiencia como empleado en la compañía y cuáles son los KPI’s y las variables clave que debemos tener en cuenta.
Vamos a ver a continuación un ejemplo en concreto de arquetipo de empleado.
Cómo identificar los tipos de arquetipos de personalidad
Cada persona y cada compañía es diferente y siempre hay diferentes tipos de arquetipos que conviene detallar siempre realizando un análisis riguroso y construido desde los datos. Eso sí, siempre conviene tomar la “distancia” adecuada para analizar los datos y acertar con los patrones que nos son útiles de verdad.
Los pasos que debemos realizar para la correcta identificación de los diferentes tipos de arquetipos son:
- Analizar y profundizar en tu base de datos para encontrar tendencias entre tus profesionales.
- Hacer un resumen de toda la información recabada.
- Poner en marcha entrevistas en profundidad con los diferentes segmentos que comienzas a visualizar.
- Sintetizar la información de las entrevistas.
- Definir a tu arquetipo, según las variables que consideres clave para tus profesionales y también según el momento, estratega e intereses de la propia compañía.
¿Por qué es importante conocer los diferentes colectivos de empleados?
Se trata, en definitiva, de aplicar el enfoque customer centric a la gestión de empleados. ¿Te has fijado en los esfuerzos que hacen las marcas en tratar de conocer cómo son los consumidores y cuáles son sus necesidades e, incluso, sus sueños, para poder adaptar su oferta a las mismas y conseguir con ello un mayor impacto? Es curioso cómo, además, el tratamiento de datos que ha facilitado el uso de medios digitales, ayuda a estas compañías a conocer a su público objetivo y hasta adaptarse en los mensajes con los que se dirigen a su target. ¿Por qué no utilizamos esta personalización también dentro de los colectivos de empleados?
Si algo está claro es que no todos buscamos lo mismo, ni como consumidores, ni como profesionales. Somos diferentes e, incluso, cada uno de nosotros dentro de su vida va cambiando sus necesidades, sus aspiraciones, sus miedos o sus motivaciones. Y esto debemos tenerlo en cuenta a la hora de gestionar los equipos de trabajo para lograr esa conexión entre empleado y organización, clave para seguir confiando en esa compañía que conoce tan bien a su plantilla.
De hecho, esta individualización de la experiencia de los empleados es una de las principales prioridades que se marcan el 80% de los departamentos de Recursos Humanos, según el informe Global Capital Trends: Reescribiendo las reglas para la era digital, elaborado por Deloitte. No todas lo consiguen. Muchas compañías, en vez de trabajar las políticas y soporte a las personas en función de cómo son los diferentes clústeres de empleados, desarrollan planes de acción generales para toda la plantilla o en algún caso, centradas en un colectivo o una necesidad concreta.
Beneficios de clasificar a los trabajadores en arquetipos
Un aspecto clave para la gestión de la Experiencia de Empleado es el conocimiento de los diferentes perfiles que forman parte de nuestras plantillas y cuáles son sus principales características y diferencias. Así, podremos definir unos arquetipos de empleado que nos ayuden a entender qué busca cada uno en la relación con nuestra compañía y tratar de adaptar los planes de acción a sus intereses.
¿Cómo identificamos cada perfil de empleados? Para ello, debemos cuestionarnos aspectos como: ¿cómo son?, ¿qué es importante en su vida?, ¿cuáles son sus objetivos?, ¿qué les preocupa?, ¿qué esperan de su relación con la compañía? En este sentido, aunque hay diferentes modelos de arquetipos de empleado, puede resultarnos de utilidad elaborar una matriz única en función de nuestras necesidades. El eje vertical analizaremos la percepción del trabajador respecto a la compañía y el horizontal evaluaremos las fortalezas y debilidades del profesional.
El resultado será diferentes arquetipos de empleado que contribuirán a entender a cada colectivo con tal de poder ofrecerles la mejor experiencia. Y es que, como personas, lo que realmente queremos es que nos entiendan y nos traten de manera diferenciada, asumiendo que no todos somos iguales ni queremos lo mismo en todo momento. De esta forma, igual que queremos vivir experiencias personalizadas cuando vamos a un restaurante, buscamos un libro, utilizamos el móvil o compramos una camiseta en nuestra tienda favorita, también buscamos sentirnos únicos en el día a día de nuestro trabajo.
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