Coaching: qué, por qué y cómo aplicarlo en la empresa

De hecho, las nuevas generaciones de profesionales ven el coaching como una forma de potenciar su desarrollo y, por eso, lo demandan cada vez más a sus empleadores. En este sentido, uno de cada dos millennials ha acudido a un coach en algún momento, según el estudio 2022 Global Consumer Awareness Study.

En este artículo, detallaremos qué es el coaching y su impacto positivo en los profesionales y las empresas. Además, podrás conocer cómo se lleva a cabo este proceso y qué acciones complementarias puedes poner en marcha, combinadas con el coaching, para maximizar los resultados deseados dentro de tu organización.

¿Qué es el coaching y en qué consiste?

El coaching es un proceso interactivo y colaborativo que desbloquea el potencial de cada persona, ayudándola a alcanzar sus metas y objetivos. Va más allá de la enseñanza y la mentoría. Es decir, no es tanto una formación, como una asesoría que se centra en el autodescubrimiento, la reflexión y la acción consciente. 

A través del coaching, las personas pueden superar obstáculos, descubrir nuevas perspectivas y lograr un crecimiento personal y profesional significativo. En este sentido, cuando estos objetivos se producen en un entorno laboral, hablamos de coaching empresarial. Dicho de otro modo, esta modalidad se centra en mejorar el rendimiento, desarrollar habilidades, fomentar el crecimiento personal y profesional, y maximizar el potencial de los individuos dentro de una organización o contexto empresarial.

¿Cómo se hace un coaching?

Para poner en práctica esta técnica, el coaching requiere dos partes. Por un lado, el coach, que es una persona experimentada que brinda apoyo y sirve de guía a un individuo. Este es el llamado coachee, el que recibe el coaching, que puede ser unipersonal o grupal. 

En cuanto al proceso de coaching, aunque existen algunos modelos, como el GROW, FUEL o SOAR, la estructura es similar en todos ellos. Las sesiones comienzan con la identificación y clarificación de metas y la evaluación de fortalezas y áreas de mejora, seguido del diseño de un plan de acción. También es importante el seguimiento del progreso en su ejecución y la superación de obstáculos. 

Ahora bien, el rol del coach en estos encuentros se limita a servir de orientación y motivación para ayudar al cliente a alcanzar sus metas y mejorar su desempeño. Es decir, el coach no dice al coachee qué tiene que hacer, sino que le facilita las herramientas para que sea él quien vaya definiendo el camino a seguir. 

¿Cómo sacar partido al coaching empresarial?

Por otro lado, si estás pensando en instaurar un programa de coaching empresarial en tu organización, esta herramienta es mucho más poderosa si lo combinas con otras acciones:

1. Mentoring: Compaginar el coaching con el mentoring proporciona una buena alianza. El mentor comparte conocimientos y experiencia específicos del campo, mientras que el coach se enfoca en el crecimiento personal y profesional y las habilidades de autogestión.
2. Formación y desarrollo: Complementar el coaching empresarial con programas de formación y desarrollo fortalece habilidades específicas, facilita la adquisición de conocimientos técnicos y promueve el aprendizaje continuo del coachee. De hecho, la combinación de estos dos elementos facilita el desarrollo del upskilling y reskilling, conceptos clave hoy en día ante la necesidad que todas las organizaciones tenemos de incorporar nuevas capacidades de las que no disponemos en este momento. 
3. Feedback y evaluación: Proporcionar un feedback regular y constructivo, junto con evaluaciones de desempeño y/o feedback 360°, ayuda a los participantes en el coaching a identificar fortalezas, áreas de mejora y establecer metas y acciones específicas.
4. Cultura de apoyo y reconocimiento: Fomentar una cultura organizacional que apoye, reconozca y valore el crecimiento personal y profesional tiene un impacto significativo en el éxito y en la consecución de los resultados. En concreto, promover la colaboración, el trabajo en equipo y el reconocimiento de logros crea un entorno seguro y propicio para el desarrollo.
5. Establecimiento de metas claras: Combinar el coaching empresarial con el establecimiento de metas claras proporciona dirección y foco. El coaching brinda el apoyo necesario para superar obstáculos y mantener el compromiso en el proceso para lograr alcanzar los objetivos.
6. Comunicación efectiva: Mejorar las habilidades de comunicación, como la escucha activa, la empatía, la claridad y la asertividad, tiene un impacto transformador en las relaciones interpersonales y la colaboración dentro de la organización.
7. Evaluación del impacto: Medir y evaluar el impacto del coaching es esencial para comprender su efectividad y realizar ajustes necesarios. Los datos cuantitativos y cualitativos respaldan el impacto positivo del coaching empresarial en términos tangibles, como el desempeño mejorado, la satisfacción laboral y la retención de talento.

¿Cómo impacta el coaching en el crecimiento personal y organizacional de las empresas?

Como decíamos, el coaching es una de las posibles líneas de actuación que tenemos las empresas para  impulsar el potencial de las organizaciones y las personas que las integran. Así lo recoge la guía «El desarrollo profesional, hoy más necesario que nunca».  Y es que es una disciplina que, directamente, se correlaciona con unos mejores resultados para la compañía. 

De hecho, son muchos los datos que demuestran el impacto positivo del coaching empresarial en diferentes áreas clave:

• Productividad. El coaching ha demostrado ser una poderosa herramienta para potenciar el rendimiento individual en el ámbito laboral. Según estadísticas de la International Coach Federation (ICF), el 70% de las personas que reciben coaching experimentan mejoras significativas en su desempeño, lo que se traduce en un aumento de la productividad y una mayor efectividad en la consecución de metas y objetivos.
• Liderazgo. El coaching también juega un papel fundamental en el desarrollo de habilidades de liderazgo. De acuerdo con un estudio de la revista Fortune, el 48% de los ejecutivos que se sometieron a coaching experimentaron mejoras en su capacidad de liderazgo. Esto no solo impacta positivamente en el rendimiento individual, sino también en la productividad general y en la retención del talento dentro de la organización.
• Implicación. Además de potenciar el rendimiento y el liderazgo, el coaching empresarial tiene un impacto significativo en la motivación y el compromiso de los empleados. Una investigación del Journal of Positive Psychology reveló que el 80% de los empleados que participaron en programas de coaching experimentaron un aumento en su motivación y compromiso con la organización. Esto se traduce en equipos más comprometidos y en un ambiente laboral más positivo y colaborativo.
• Trabajo en equipo. Las relaciones interpersonales también se ven beneficiadas por el coaching. Según otro estudio publicado en el Journal of Positive Psychology, el coaching contribuye a mejorar la calidad de las relaciones laborales, promoviendo un ambiente de trabajo más armonioso y colaborativo. Esto fomenta la cooperación, la comunicación efectiva y el trabajo en equipo.
• Rentabilidad. El retorno de la inversión (ROI) del coaching empresarial es otro aspecto relevante. Diversos estudios han demostrado que el coaching genera un ROI significativo para las organizaciones; según un informe de PWC, el coaching empresarial puede generar un retorno de hasta 7 veces la inversión inicial, lo que lo convierte en una inversión altamente rentable.

En definitiva, el coaching empresarial, combinado con otras acciones complementarias, tiene el poder de generar un impacto transformador en las personas y las organizaciones. A través del coaching, se desbloquea el potencial individual, se fomenta el crecimiento personal y se mejora el desempeño laboral, redundando tanto en los trabajadores, como en la empresa. ¡A qué esperas para aplicarlo a tu compañía!