Cómo influye la marca personal en la búsqueda de empleo

¿Qué es la marca personal?

Hace unas décadas no existía tanta preocupación por la marca personal. Se prestaba más atención al currículum o a otras herramientas que pudieran servirnos como “carta de presentación”. Sin embargo, en muchos momentos, de manera consciente o inconsciente, dejamos una huella en los demás de múltiples formas y por diferentes canales trasladando una serie atributos, valores o características. Eso es, en esencia, la marca personal. 

La marca personal es la manera en la que te perciben los demás, basada en cómo muestras –o incluso cómo se perciben– tus valores, habilidades, experiencia o tu forma ser y de comportarte. Es, en definitiva, la huella que dejas en otros, ya sea en el ámbito profesional o personal. En pocas palabras, es el conjunto de características que te hacen única y diferente frente a otras personas, algo especialmente importante en el mundo laboral.

El concepto de marca personal proviene del mundo del marketing y ha sido adoptado en el ámbito profesional para describir la gestión consciente de nuestra imagen, tanto en redes sociales como en cualquier interacción pública o de cualquier otro tipo. Aunque siempre hemos tenido una reputación personal y profesional, la idea de gestionarla proactivamente ha ganado auge en los tiempos modernos.

¿Cómo puede influir la marca personal en nuestro futuro?

Según Linkedin, “el 71% de los profesionales cree que una marca personal sólida conduce a mayores oportunidades profesionales”. Y, por nuestra experiencia, podemos confirmar que es así. Tenemos la tendencia natural a interesarnos y relacionarnos más con aquellos que nos generan unas impresiones positivas y nos generan confianza. 

En un mundo altamente digitalizado, la manera en la que te perciben los demás en redes sociales y plataformas profesionales puede ser, en muchos casos, decisiva para acceder a nuevas oportunidades laborales y destacar entre cientos de candidatos. Para ello, es importante que prestemos atención a las siguientes ideas:

💡Mayor visibilidad ante reclutadores y empresas

Hoy en día, los reclutadores no solo se basan en currículums. De hecho, vivimos en un mundo en el que hay gran transparencia y nuestra huella digital puede decir muchas cosas de nosotros. Según una encuesta realizada por Jobvite, “el 92% de los reclutadores utilizan redes sociales para buscar candidatos, especialmente en plataformas como LinkedIn”. 

💡 Una marca personal sólida te permite ser visible para estos reclutadores – incluso si no estás buscando empleo activamente–, y lograr que se lleven una imagen u otra de ti. Tener una presencia digital cuidada es tan importante (o más) como tener una buena presencia en el mundo físico o un buen “impacto” en un cara a cara. Con contenido relevante que demuestre tu experiencia y conocimientos, puedes hacer que los reclutadores se fijen en ti y te consideren (o no), para oportunidades profesionales. 

💡Mayor crecimiento = mayor visibilidad y más oportunidades. 

A todos nos gustar relacionarnos con personas con ambición, proactivas, con ganas de crear, hacer, proponer y aportar. Pues bien, hoy en día, las empresas desarrollan PDIs (planes de desarrollo individual) que incluyen objetivos diseñados para mejorar el rendimiento actual en tu puesto de trabajo, desarrollar habilidades para futuras oportunidades de carrera dentro de la organización, y abordar cualquier área de mejora identificada. Todo PDI bien desarrollado te hace crecer –siempre y cuando seas capaz de trasladarlo con solidez y de una forma sencilla, práctica y con impacto–, lo cual implica que pasas a ser alguien más valioso, ya sea para tu compañía o para un tercero. En el mundo digital pasa lo mismo: puedes elegir mostrarte como alguien proactivo que crece a lo largo de su carrera o no hacerlo.

💡Diferenciación en un mercado laboral competitivo. 

En un entorno laboral cada vez más competitivo, destacar es crucial. Una buena marca personal te ayuda a diferenciarte del resto de los candidatos. Forbes afirma que, “de media, un reclutador dedica solo 6 segundos a revisar un currículum”, lo que hace que los detalles, como tu presencia en redes sociales y la manera en que te comunicas, sean decisivos. Para ello, es igual de importante aprender a impactar a un reclutador en persona o a través de diferentes entornos digitales. 

Si las empresas hace años descubrieron el poder de crear una sólida propuesta de valor como vía para diferenciarse, ¿por qué no lo van a hacer las personas? 

💡Acceso a oportunidades laborales no visibles. 

Una marca personal bien gestionada puede abrirte puertas a oportunidades laborales que no están publicadas en portales de empleo tradicionales. Muchas empresas prefieren buscar talentos pasivos, es decir, personas que no están buscando activamente un trabajo, pero que tienen una reputación destacada en su sector. 

De hecho, LinkedIn reporta que el 85% de los empleos son ocupados a través de networking, lo que hace que tener una marca personal visible y atractiva en redes sociales te conecte con nuevas oportunidades

💡 Mejora tu empleabilidad a largo plazo. 

A medida que el mercado laboral evoluciona, los empleadores buscan profesionales que no solo cumplan con las competencias técnicas, sino que también sean capaces de adaptarse y aportar valor adicional a sus equipos. La marca personal, tener una propuesta de valor y un plan de carrera en tu cabeza, te ayuda a posicionarte como un profesional adaptable, proactivo y con una visión clara de sus objetivos. 

Un estudio de CareerBuilder reveló que el “70% de los empleadores usan redes sociales para investigar a los candidatos”, lo que confirma que una marca personal sólida puede ser determinante en las decisiones de contratación.

Ventajas competitivas de la marca personal

En un mundo donde la competencia es feroz y los profesionales buscan destacar, una marca personal bien construida no solo te ayuda a ser reconocido, sino que también te posiciona como un referente en tu sector, aumenta tu visibilidad y te permite acceder a mejores oportunidades laborales. Aquí te explicamos las principales ventajas competitivas de desarrollar una marca personal sólida:

1. Te puede llegar a posicionar como un referente o líder en tu sector. Una de las mayores ventajas de construir una marca personal sólida es que te convierte en un referente en tu área de especialización. Ser visto como un experto te permite ganar autoridad y respeto entre tus colegas, clientes, empleadores e, incluso, la competencia. Este estatus te puede llevar a ser invitado a participar en conferencias, escribir artículos para medios relevantes o colaborar en proyectos de alto nivel.

2. Aumenta tu visibilidad digital. En un entorno donde el 92% de los reclutadores buscan candidatos en redes sociales y plataformas como LinkedIn, tener una presencia digital fuerte es esencial. La marca personal te permite ser visible para aquellos que podrían estar interesados en tus habilidades y experiencia, lo que aumenta tus posibilidades de ser considerado para nuevas posiciones o proyectos.

3. Te diferencias del resto de profesionales. En un mercado laboral donde muchos candidatos tienen habilidades similares, la marca personal te ayuda a diferenciarte del resto. Mientras otros profesionales pueden estar compitiendo únicamente con su currículum, tú puedes demostrar quién eres realmente, qué te hace único y qué aportas más allá de tus competencias técnicas.

4. Facilita el acceso a oportunidades laborales ocultas. Muchos reclutadores y empresas buscan talento de manera activa en redes sociales o contactan a profesionales que ya destacan en su sector, sin necesidad de anunciar las vacantes. De hecho, según LinkedIn, el 85% de los empleos se cubren mediante networking o recomendaciones, lo que muestra la importancia de tener una marca personal visible y atractiva.

¿Cómo crear una marca personal para encontrar empleo?

Crear una marca personal sólida es una de las mejores maneras de diferenciarte y aumentar tus oportunidades de conseguir empleo. No se trata solo de mostrar tus habilidades, sino también de trabajar en tu upskilling y reskilling, para demostrar tus fortalezas, valores y tu propuesta de valor única que, además, es capaz de adaptarse y evolucionar con el tiempo. 

A continuación, te explicamos, paso a paso cómo crear tu marca personal con el objetivo de encontrar empleo y sobresalir del resto de candidatos.

Define tu objetivo y lo que te diferencia

Clarifica tus habilidades, valores y metas profesionales. Identifica qué te hace único y cómo quieres ser percibido. Esto te ayudará a crear una propuesta de valor atractiva para posibles empleadores.

Construye un mensaje sólido

Si no eres capaz de, en pocos segundos, generar un impacto en tu interlocutor, debes de reflexionar acerca de lo que estás haciendo. Semanalmente tenemos oportunidad de conocer a mucha gente en la que causar la sensación de “querer saber más”; un buen mensaje de presentación, por ejemplo, es algo que debería ayudarte a generar esa sensación, así como el hecho de dominar el arte de hacer un buen storytelling. 

Optimiza tu presencia digital

Crea o mejora tu perfil de LinkedIn y asegúrate de tener una imagen coherente en todas tus redes sociales. Considera crear un portfolio online para mostrar tu trabajo y tus capacidades.

Comparte contenido relevante y demuestra tu experiencia

Publica artículos, comparte logros y participa en discusiones de tu industria. Esto te posiciona como un experto y aumenta tu visibilidad ante empleadores y reclutadores.

Construye y nutre tu red de contactos 

Conéctate con profesionales de tu sector, asiste a eventos y mantén relaciones activas con tu red. El networking es clave para descubrir oportunidades laborales ocultas y fortalecer tu reputación.

Y, sobre todo, permanece muy atento a todo lo que te rodea. Una propuesta de valor es algo dinámico, el entorno de trabajo cambia a toda velocidad y todos acumulamos decenas de experiencias que se quedan para siempre en nuestra “mochila”. Procura adelantarte al futuro, intentar ordenar bien esa “mochila” y mostrar siempre tu mejor versión en función de la persona a la que te estés dirigiendo.

Procurar tenerlo bien presente y aplicarlo en todos los ámbitos de tu vida. Muchas veces será la mejor forma de lograr experimentar el éxito.